GREEN CLEAN "Espacios libres de Tóxicos"

Muchos de los productos y artículos presentes en los hogares, escuelas, locales comerciales, entre otros; contienen y liberan sustancias tóxicas que pueden dañar nuestra salud. Estas sustancias están presentes en materiales de construcción y decoración, aislantes, pinturas, recubrimientos, plásticos, productos de limpieza, pesticidas domésticos, ambientadores, productos de aseo e higiene personal, agua del grifo, alimentos, entre otros.

La contaminación es un grave problema de salud pública ante el que es necesaria una respuesta inmediata, sobre todo teniendo en cuenta que la población occidental pasa de media cerca de un 90% de su tiempo en espacios cerrados, mucho del cual es en el propio domicilio.

En la práctica, es muy poco lo que se está haciendo para proteger a la población, especialmente para proteger a sectores más vulnerables a este problema tales como las mujeres embarazadas o los niños. Este grave problema ha sido causado fundamentalmente por el ineficiente control que ha prevalecido en el ámbito del diseño y comercialización de las sustancias químicas.

El aire de tu hogar está 5 veces más contaminado que el aire de la calle, por lo mismo contamos con el sistema Nº1 del mundo en purificación del aire, para que tu y tus seres queridos puedan respirar salud.

 

Razones para usar productos ecologicos

Según datos ofrecidos por Greenpeace y extraídos de numerosos estudios, nuestros europeos hogares contienen entre 70 y 120 sustancias tóxicas responsables de generar  todo tipo de enfermedades como alergias, enfermedades de la piel, dermatitis, psoriasis, toxicidad general del organismo, cáncer, deformaciones congénitas, infertilidad, alzheimer, etc. No es habitual que, al padecer cierto tipo de dolencias, las relacionemos con un entorno tóxico impregnado con elementos venenosos que, sin duda, sí tienen un impacto real sobre el organismo. Sin embargo, eso es lo que dicen los estudios y lo que denuncian cada vez más expertos y asociaciones de consumidores.

El vertiginoso desarrollo de la industria química ha generado miles y miles de compuestos artificiales cuyo impacto en la salud de los seres humanos y del planeta se desconoce por completo. De hecho, a lo largo de los últimos cien años han ido apareciendo “sustancias químicas milagrosas” con todo tipo de aplicaciones que han tenido que retirarse del mercado al cabo de los años por ser altamente cancerígenas, como el DDT o los BPCs, todavía presentes en nuestros hogares ( y en el torrente sanguíneo de los bebés que nacen a día de hoy) a pesar de estar prohibidas desde hace años.